La postura de la amazona es una posición del Kamasutra donde la persona que recibe la penetración se encuentra “cabalgando” a su pareja. Conocida también como “la vaquera”, esta postura te permite, como escort en Villa Urquiza tomar el control total de la experiencia: ritmo, profundidad y movimientos están completamente bajo tu mando. Desde esa posición, no todo es subir y bajar; hay un mundo de posibilidades para explorar con las caderas.
Beneficios de la postura de la amazona
Además del placer evidente que ofrece, esta postura trae consigo una lista interesante de beneficios:
Quien recibe la penetración tiene el control absoluto sobre los movimientos, la profundidad y la velocidad, lo que la hace ideal para adaptar la experiencia a lo que más te gusta.
Es cómoda tanto para la penetración vaginal como anal.
Ambas personas tienen las manos libres, permitiendo caricias adicionales o autoestimulación.
Puede generar penetraciones más profundas dependiendo del ángulo.
La variante clásica fomenta contacto visual constante, aumentando la conexión entre ambos. Por otro lado, la amazona invertida brinda una vista de la espalda y las nalgas que puede ser sumamente estimulante para tu cliente como masajista erótica en Floresta
Movimientos para dominar la postura:
Cuando estés arriba, es el momento de dejar que tus caderas se conviertan en el centro de atención. Estos movimientos no solo añaden variedad, sino que también multiplican las sensaciones:
Movimiento circular: Traza círculos con tus caderas para incrementar el roce. Este gesto no solo intensifica las sensaciones en la vulva y el clítoris, sino que también masajea a tu cliente.
Gusanito: Alterna entre movimientos hacia adelante, atrás, arriba y abajo. Este juego de dirección estimula diferentes partes de ambos cuerpos, elevando la intensidad.
Twerking: Inclina tus caderas hacia atrás y realiza un movimiento rítmico de entrada y salida. Si te sentís audaz, podés hasta combinarlo con otros estilos como los del perreo.
Variantes de la postura de la amazona:
Si buscás darle un giro a esta posición clásica, hay variantes interesantes para explorar:
La amazona clásica: Quien recibe la penetración se sienta a horcajadas sobre su pareja, que está tumbada boca arriba. Con las rodillas semiflexionadas, la sensación de “cabalgar” es total.
Amazona invertida: En esta variante, te colocás de espaldas a tu pareja. La vista que se obtiene de tus movimientos y curvas puede ser increíblemente erótica. Además, esta posición permite un ángulo ideal para estimular zonas específicas como el punto G.
Sobre una silla: Si no tenés una cama o sofá a mano, una silla puede ser el escenario perfecto. La persona que recibe la penetración se sienta sobre su pareja, que también estará sentada, y las pelvis se alinean perfectamente para maximizar el placer.
Con juguetes: Sumá un juguete erótico como un succionador, vibrador o incluso lubricantes con efectos especiales para intensificar aún más la experiencia.
La perspectiva del “jinete”
Una de las razones por las que esta postura es tan popular es porque genera una experiencia visual y sensorial única para la persona que está abajo. Poder observar cada movimiento y expresión de placer es algo que queda grabado en la memoria, haciendo que cada sesión sea inolvidable.
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