Si hay algo que genera inquietud en el mundo del sexo, ya sea por falta o por exceso, es el famoso deseo sexual, o lo que muchos llaman “la libido”. Hay muchos mitos y confusiones sobre qué es realmente, cómo funciona y qué hacemos cuando parece que se nos esconde. ¿Querés entender de verdad cómo va la cosa? Acá te contamos.
¿Qué es la libido?
La definición más clásica (sí, la de la RAE) dice que la libido es el “deseo sexual”, y lo relaciona con impulsos o emociones internas. Pero vamos al grano: para la mayoría de la gente, la libido es esa sensación repentina que te agarra y te deja pensando solo en sexo o en darte amor a vos mismo/a. Así de simple.
Eso que “te viene” sin buscarlo, que prende el cuerpo y la cabeza. Pero lo que no muchos saben es que no existe un solo tipo de deseo sexual, sino al menos dos, y entenderlos puede cambiar por completo cómo vivís tu sexualidad como escort en Almagro
Deseo Tipo 1 vs. Deseo Tipo 2
El Deseo Tipo 1 es ese que aparece solo. Se te despierta el deseo sin que haya pasado nada. Es el más conocido, el que se espera socialmente, y el que suelen tener más los hombres.
Pero hay otro tipo: el Deseo Tipo 2, más común en mujeres (aunque no exclusivo), que funciona diferente. En vez de que te “agarre el deseo” y después te excites, primero hay que arrancar con la excitación para que el deseo aparezca. Es como prender un motor: no es que no exista, solo que no arranca solo.
Esto explica por qué muchas mujeres dicen: “No tengo ganas, pero si empiezo, me re gusta”. No es falta de deseo, es otra forma de vivirlo. Y ojo: no tomar la iniciativa no significa no desear o no disfrutar como escort en Las Cañitas
Factores que disminuyen el deseo
Hay muchas cosas que pueden afectar la libido. Acá van algunas clásicas:
Enfermedades o medicamentos que te dejan sin energía o con efectos secundarios.
Estrés, ansiedad o estar con la cabeza en otro lado.
Cansancio acumulado (sí, dormir mal mata la libido).
Sexo que no se disfruta (ya sea por rutina, dolor o falta de comunicación).
Mala educación sexual (mitos, culpas, vergüenza, etc.).
Lo importante: tener menos deseo no siempre es un problema. Puede ser un cambio natural o temporal. Pero si sentís que no lo podés manejar como masajista sensual en Parque Chacabuco, sería ideal buscar acompañamiento profesional.
¿Y cómo la elevamos?
Si sentís que tu deseo está de vacaciones, probá con estos cambios:
Chequeá tu salud: a veces lo físico impacta más de lo que pensamos.
Relajate un poco: el estrés es uno de los grandes saboteadores del deseo.
Pedí lo que te gusta y soltá lo que no: no hay placer si no hay disfrute.
Educate sexualmente: entender tu cuerpo como masajista erótica en Nuñez y tus procesos es clave. Saber que hay más de un tipo de deseo, por ejemplo, te cambia la cabeza.
No hay fórmulas mágicas, pero con curiosidad, paciencia y ganas de conocerte, podés cambiar mucho.
Conclusión
La libido no es una cosa fija ni universal. Cambia, se transforma, se esconde o aparece cuando menos la esperás. Entender cómo funciona en vos (y en tu cliente) te da más libertad y menos culpa. Y lo mejor: cuando lo entendés, podés disfrutar del sexo desde otro lugar, más auténtico y placentero.
